05 octubre 2013

ARTICULO DE NUESTRA SIERRA, SIERRA DEL POZO

En el periódico online www.laverdad.es han hecho un bonito e interesante artículo
sobre la Sierra del Pozo (PN Cazorla). 
Escrito por Pepa García y fotos de Guillermo Carrión ¡Buen trabajo!
A continuación os dejo el texto (al final del mismo encontraréis el enlace a la noticia)

Saltos, pozas y cascadasAl sur del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, en el límite de provincia de Jaén y Granada e incluida en el espacio protegido se encuentra la Sierra del Pozo, donde nacen numerosos arroyos y ríos que alimentan la cuenca del Guadalquivir. A un tiro de piedra de la Región -se tarda entre una hora larga y tres horas, dependiendo del punto de la Comunidad del que parta-, se encuentra el rincón más desconocido del famoso parque, un espacio natural sorprendente que es antesala de otro parque natural escasamente conocido pero también de gran belleza, el de Castril.
Ahora que todavía el verano no ha concluido y el espíritu vacacional sigue flotando en el ambiente mientras continúa el buen tiempo, les sugiero que crucen los límites de la Región para gozar del mágico arroyo de Guazalamanco, de sus rápidas aguas, de sus profundos y cristalinos remansos, y de sus bellos saltos de agua y sus cantarinas cascadas. Un paraíso acuático en el que admirar la bien conservada flora y fauna de la zona y en la que rebajar la temperatura corporal con un revitalizante baño en el gélido curso del Guazalamanco.
Saltos, pozas y cascadas Saltos, pozas y cascadas
Como tras las vacaciones hay que recuperar la forma física -sobre todo quienes se han rendido a los aperitivos y al sesteo-, esta propuesta es un pequeño paseo, más disfrutón que castigador, que permite llevar a los más pequeños de la casa y completar la jornada con un último baño en el embalse de La Bolera.
Poco más de 3 kilómetros, que se pueden convertir en más de 13 si opta por hacer la ruta circular que parte del aparcamiento del Jardín Botánico El Hornico y regresa al mismo punto. Si no es así, continúe por la pista de tierra y pasará, a un kilómetro, el Aula de Naturaleza y 4 kilómetros más adelante, un centro de formación de nueva planta. Un kilómetro más adelante puede dejar el coche, junto a una bifurcación de la pista. Ya a pie, debe coger la de la izquierda, una cuesta encementada al inicio que le sube hasta un fabuloso mirador y el tramo más duro de este agradable paseo. Deténgase a coger aire y asómese a apreciar la vistas. Desde allí se puede ver la Sierra del Pozo y el arroyo, el barranco del Guadalentín -un afluente del Guadiana Menor homónimo al del Segura- y el Tranco del Lobo, la Sierra de La Cabrilla (donde nace este Guadalentín), el embalse de La Bolera y la Peña de Quesada.
Saltos, pozas y cascadasLa ruta continúa por una pista forestal flanqueada por enormes paredes de roca que, en esta zona, los cursos de agua horadan generando enormes barrancos y cerradas en las que no es raro ver a intrépidos aventureros haciendo barranquismo. Y tras un pequeño tramo a pleno sol, el bosque cobija al paseante que se va internando entre el Picón del Molinillo y La Peña en el curso de aguas bravas de este arroyo transparente.
Cierre los ojos, relájese y refrésquese escuchando el alegre murmullo de las aguas y el trinar de los pájaros. Observe atento su curso y en la continua sucesión de remansos, cascadas y pozas podrá encontrar culebras de agua y, dispuestos a pescar, ejemplares de martín pescador y mirlo acuático, muchas variedades de mariposas, libélulas y otros invertebrados. También, entre la vegetación de ribera, se cruzará con sauces blancos, higueras silvestres y arces granatenses; con suerte podrá escuchar el canto del ruiseñor y hasta -sobre todo al caer la tarde-, admirar algún ejemplar de gamo o ciervo que acuden a beber en la zona.
Este corto pero maravilloso recorrido se puede dar por concluido en la Cascada del Dique; o prolongarlo remontando el arroyo hasta que guste por la margen izquierda del cauce. Pero de regreso, no se quede con las ganas de darse un chapuzón en alguna de sus gélidas pozas: un baño reparador y revitalizante.
Ya de regreso al coche y en la carretera, continúe en dirección a Castril y nada más pasar la presa, encontrará una entrada al embalse de La Bolera. Deje el vehículo en el espacio habilitado como aparcamiento y, por un sendero, acceda a la zona de baño del embalse. Es una gran ladera encementada y con escaleras que facilita el acceso de los bañistas y que permite darse un remojón sin peligro. En el embalse también pueden hacer piragüismo (hay muchas empresas que ofertan esta actividad) y comer (hay unas mesas de piedra en sombra habilitadas para ello). No obstante, junto al embalse también hay un restaurante en el que se puede picar algo.
Ya de vuelta, observe el cielo de camino a Castril, no es raro ver a buitres leonados sobrevolando sus tierras de campeo y, si tiene suerte, verá hasta al enorme quebrantahuesos, que ha vuelto a anidar en estas agrestes sierras del sureste.
Cómo llegar
Hay dos opciones y la elección depende de su punto de partida. Una le lleva, por la Autovía del Noroeste, hasta Caravaca, para luego continuar en dirección a Barranda y enlazar por la variante con la carretera RM-730 que conduce hacia La Puebla de Don Fadrique y por la A-330 hacia Huéscar y luego a Castril por la A-326. El punto de salida está casi a medio camino entre Castril y Pozo Alcón, junto al embalse de La Bolera. La otra opción es coger la A-7 en dirección a Andalucía y luego seguir por la A-92N para tomar la salida 39 (Pozo Alcón). En la primera opción cruzará el embalse de La Bolera (a la derecha) a la altura de la presa y verá una indicación (también a la derecha) de 'El Hornico'. En la segunda, el desvío está a la izquierda, pasado el camping de La Bolera. Una vez tome el desvío, continúe por la pista principal unos 5 kilómetros y llegará a una bifurcación donde comienza la ruta de Guazalamanco.

Fuente: www.laverdad.es

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